¡Mujer, amiga… mírate al espejo!

Todas las mujeres nos vemos al espejo, por la mañana, por la noche y yo creo que la mayoría varias veces al día, vemos lo que nos falta y también lo que nos favorece, si estamos en los 20s  lo tenemos todo, pero si alguien nos hizo algún comentario negativo ponemos atención a esas palabras;  si tenemos 30 la opinión va cambiando, pero sabemos que estamos jóvenes; cuando tienes 40, empiezas a preocuparte por las líneas de expresión que aparecen, etc. Las que llegan a los 50, sienten la preocupación porque la juventud se está marchando y en los 60s, 70s etc.,  muchas veces pueden venir pensamientos de las cosas que se han ido y se tiene más que asumido que la vejez ha llegado.

No importa la edad se nos dice, lo que importa es el corazón y como se vive cada etapa, la positividad que se tiene,  las capacidades que se han desarrollado, los talentos puestos en marcha, cuanto se ha destacado y la realización como mujeres en todas las áreas de la vida, como ser profesionales, casarnos, ser esposas, madres, amigas, compañeras de trabajo etc.

Estaba pensando en cuantos artículos se han escrito en el Día Internacional de la Mujer, cuantas entrevistas escuché de mujeres destacadas, mujeres que han hecho el bien, algunas están en etapas de realización personal completamente, otras ya están en la carrera avanzada,  y también  las que están es muy atentas a los desafíos de la vida y con grandes deseos de vivir intensamente  y dejar un legado que haga historia.

No sé cuál es tu desafío o el momento de la vida que estás viviendo, cuantos proyectos y planes están sin acabar y a lo mejor no tienes la motivación para continuar, pero si sabes que debes seguir y debes asumir las responsabilidades.  Algo que en mi vida ha funcionado es vivir con visión pero dejando que cada día traiga su propio afán, confiando todo en las manos de Dios y esperando a que sea Él quien este conmigo y abra las  puertas  delante de mí, estando atenta a sus momentos, sin empujar, siendo imprudente creyendo que lo sé todo para al final llevarme un disgusto.

Me gustaría que tu y yo fuéramos de esas mujeres de las que habla la biblia,  que se ríen de lo porvenir, porque hemos puesto nuestra confianza en Dios y así caminamos con gozo y sabemos sobrepasar las pruebas, mujeres dispuestas a ayudar a servir con nuestras manos, inteligentes aprovechando bien el tiempo, diligentes para con nuestra familia,  sabias y prudentes para hablar. Mujeres que caminamos cada día con esperanza, como la mujer de proverbios 31;  y de esta forma podríamos escuchar cuando alguien hable de nosotras, “muchas mujeres hicieron el bien, mas tu sobrepasas a todas”, “la mujer que teme a Jehová, esa será alabada”; y la próxima vez que te veas al espejo no importa la edad que tengas,  ¡Sonríe! Si tu vida verdaderamente esta en las manos de Dios, el acabará la obra que un día empezó en ti.

fuente;

CVCLAVOZ.