No Ignorando Sus Maquinaciones

“Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos. Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.” 1Samuel 1:6-7


El esposo de Ana, Elcana, tenía otra esposa llamada Penina. En aquellos tiempos se acostumbraba, que si una mujer era estéril, el esposo podía tomar otra mujer como esposa para levantar descendencia. Al parecer este era el caso de Ana, ella era estéril y su esposo tenía otra mujer con quien tenía hijos.

La Biblia enfatiza que Elcana amaba a Ana, y cuando subían a adorar y a ofrecer sacrificios como era costumbre, él le daba una doble porción a Ana como si ella tuviera un hijo. Penina, la rival de Ana, la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos. Esta mujer gozaba en hacer sufrir a Ana por su imposibilidad de ser madre.

El mismo diablo que movía a Penina para hacer sufrir a Ana sin misericordia, es el mismo que hoy día levanta a personas y circunstancias para hacernos sufrir, señalando nuestras limitaciones o debilidades. Debemos estar conscientes que es el enemigo quien provoca todo incidente tedioso para tratar por todos los medios posibles de llevarnos cautivos en sufrimientos, culpas, y temores a la depresión. El apóstol Pablo en 2 Corintios 2: 11 nos dice: “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.”

Tenemos que ser sabias e identificar al enemigo por donde viene. No debemos dejar que gane ventaja en nuestras vidas con engaños y mentiras. Ignorar sus maquinaciones es abrirle la puerta para que entre y nos ate de pies a cabeza. ¡El diablo es malo! El apóstol Pedro nos advierte que anda alrededor buscando a quien devorar (1Pedro 5:8) Si está a tu alrededor, quiere decir que te está observando. El observa de lejos para encontrar tu área de debilidad. Cuando la descubre te atacará, usará lo que este a su alcance para lograr su propósito, ya sea por medio de una persona, con alguna circunstancia adversa que no esperabas, o algún pensamiento contrario que te haga dudar del amor y la fidelidad de Dios.

Si él logra que tu des oído a las personas que él levanta para que te hagan sufrir con sus palabras, o pones atención a los pensamientos engañosos que te pone en tu mente, o fijas tus ojos en las circunstancia que el a creado para hacerte caer, abras abierto la puerta para que él pueda maniobrar con sus mentiras, y así lograr que le firmes el permiso para poder oprimirte.

Probablemente Penina hacia sufrir a Ana de una manera continua, (aunque la Biblia no lo dice podemos deducir que era así) porque ambas compartían el mismo esposo, y esto no es agradable para ninguna mujer. Lo que me llama la atención, es que nos dice que cuando subían para adorar a Dios y sacrificar holocaustos, era cuando Penina más atacaba, de tal manera que Ana se entristecía y solo lloraba y no quería comer. Por lo que podemos ver que si algo enfurece al diablo es que se alabe y adore a Dios. El tratará de infundirte incredulidad para que te enojes contra Dios y lo veas cómo alguien malo mentiroso y prepotente, que no le importa tu bienestar y felicidad.

Querida hermana, reflexionemos, no dejes que el enemigo te engañe, y te aleje de adorar a Dios. Si te sientes confundida, entristecida, y decepcionada, ora como el salmista lo hizo en el salmo 42:5 y di: “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. ¡Amén!

Autora; Dámaris Yrion