Mujer de guerra humillada bajo la poderosa mano de Dios
Amada hermana
No es quien eres sino lo que haces con tu vida.La manera de enfrentarte con los desafÃos y responsabilidades de la vida, es lo que cuenta en verdad.
La fe con la que te puedes mover y obrar, la oración con la seguridad de una respuesta, es lo que te llevará a la victoria.
La sabidurÃa en el temor de Dios, la humillación en oración, es lo que hace de ti una mujer d eguerra, que llevará a dar pasos gigantes de fe en el Señor.
La fidelidad de Dios, es lo que hará que sobre tu cabeza sea puesta la corona de la vida eterna.
Acuerdate que eres una mujer de guerra humillada bajo la poderosa mano de Dios
"" porque aunque un ejército acampe contra ti, no temerá tu corazón""
aunque contra ti se levante guerra, tu estarás confiada en Dios,que te ha amado tanto que envió a su unigénito a la cruz del calvario para morir por ti y para tu salvación.
L a voz de el Señor que ha guiado a sus hijas, te guiará con sabidurÃa en medio de pruebas, tribulaciones y luchas en tu diario vivir, sin dejarte caer.
Cuando pases por las aguas, Jehová estará contigo, y si por los rios, no te anegarán, cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti, porque Jehová tu Dios estará a tu lado.
El Señor es tu ayudador, no has de tener mal alguno a lo que te pueda hacer el hombre.
A que temes mujer d epoca fe ? Te dice el Señor tu Dios.
Tu fe debe crecer hasta llegar a ser perfecta, para echar asà fuera el temor.
Por fe nuestras hermanas en Cristo se convirtieron en grandes guerreras:
Sé una guerrera como Deborah
Confia y obra como Jocabed
Decidida como Ruth
Dispuesta a enfrentar las más duras situaciones, aun a riesgo de su muerte como Ester.
Guardando todo en tu corazón como MarÃa.
El Señor tu Dios te dice: Ten fe como un grano de mostaza, para que veas mi gloria y tu victoria. Amén
autora; Nancy Pinto
Amiga y hermana, muy hermosas las palabras de aliento que hoy nos compartes. Pero la fe muchas veces nos falla, amiga, y nos inunda el temor. Por eso es tan necesario suplicarle al Señor que aumente nuestra fe, aunque por experiencia propia también sé que nuestra fe es necesario que vaya de la mano de la voluntad de Dios. Ya que por mucha fe que pongamos en algo que le pedimos, si no es su voluntad, él no lo hará. Mi larga experiencia, (32) años en el camino de Cristo me ha enseñado muchas cosas. Recibe mi abrazo con mi afecto. Ingrid
ResponderEliminaramen hermanita Ingrid gracias por complementar esta reflexión con su comentario y compartirnos su experiencia, verdaderamente es asi, las cosas ocurren si estan bajo la voluntad de Dios, pero el caminar del creyente cada dia es por fe y no por vista, agarradas cada dia del Se~or pq solo con su ayuda podemos vencer, un abrazo hermanaita y siga hacia a delente en Cristo.
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