Porque Él me Amo

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”


-Romanos 12:2


En ocasiones ocurre que la mujer tiene una imagen negativa de sí misma. Quizás por el trato recibido en la niñez, oyendo palabras torpes pronunciadas por sus padres, o algún familiar cercano, crecen escuchando comentarios sobre ella como de alguien que no tiene conocimiento ni valor. Comienzan a caminar por la vida con una mala imagen de sí mismas, tristes, apocadas creyendo que no son importantes para nadie, se sienten limitadas en sus mentes, incapaces de hacer nada que las pueda sacar adelante.

Se miran ellas mismas ineptas, torpes, inhábiles, incompetentes para hacer algún trabajo para Dios. La Biblia nos dice en Pro 23:7 “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” Por el abuso verbal a que fueron sometidas, su corazón fue impregnado de una mala imagen, una imagen engañosa, la cual el diablo utilizó para mantenerlas atadas en un pensamiento equivocado de ellas mismas haciéndolas sufrir y manteniéndolas anuladas en todas las áreas de sus vidas.

La realidad es otra muy diferente, usted no es inútil, Dios la creo con inteligencia. Además, la vida que usted vivió antes de venir a Cristo quedó atrás. En Cristo usted fue hecha nueva criatura, la Biblia nos dice que las cosas viejas pasaron, todo ahora ha sido hecho nuevo. (2corintios 5:17)

El apóstol Pablo nos exhorta en Romanos 12:2 a renovar nuestras mentes según la Palabra de Dios. No debemos quedarnos pensando equivocadamente de nosotras mismas, Dios tiene otra opinión de nosotras y esto es lo que cuenta. No te conformes ni te habitúes a lo que el mundo dice, ni a lo que te hicieron creer. Mira lo que Dios dice de ti, deja que el Espíritu Santo limpie toda tu forma de pensar, mira cual es la voluntad de Dios agradable y perfecta para ti.

Estudiando la Biblia nos damos cuenta que todos esos pensamientos que nos dicen que no tenemos valor, que no somos importantes para nadie son mentiras del diablo para afligirnos y robarnos la paz. Isaías 43:4 nos dice: “Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé;…” ¡Oh aleluya! Para Dios somos importantes, somos de estima, tenemos valor, tenemos tanto valor que el decidió tomar nuestro lugar en la cruz para que nosotras no tuviéramos que pasarlo.

Querida hermana, ¡tú tienes valor!, tú tienes capacidad para hacer todo lo que te propongas hacer porque la escritura dice: Todo lo puedes en Cristo que te fortalece. (Fil. 4:13) Deja que el Espíritu Santo haga su obra en ti, permite que limpie tu mente y corazón de todo lo que te ha ocasionado pensar tan negativamente de ti. ¡Hoy levántate en el Nombre de Jesús! recuerda lo que te dice el Señor: “Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé;…” ¡Amén!

autora; Dámaris Yrion