Junto al Camino
Quisiera que reflexionemos acerca del llamado de Dios a reafirmar nuestra relación y compromiso con él.
Y comenzaremos reflexionando con la Palabra que se encuentra en:
Marcos 10:46-52
"46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discÃpulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mÃ!
48 Y muchos le reprendÃan para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mÃ!
49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguÃa a Jesús en el camino."
Meditemos en esto:
Meditemos por un momento en aquellas cosas que trataron de detenernos en el camino durante el año qué pasó, que podamos por un momento hacer memoria de aquellas cosas que se levantaron como una gran tempestad y que intentaron hacerte caer, que te empujaron, pero que hoy las puedes ver solo como un intento fallido departe del enemigo.
Y que aparte a la realidad de una pandemia que cambio nuestro estilo de vida, y que todavÃa lo sigue cambiado,
podamos hacer memoria de que su compañÃa, su presencia y su mano poderosa estuvo en medio a la crisis.
Una pandemia que trajo a nuestra vida, a nuestras familias, y a nuestro paÃs, crisis económica, crisis laboral, crisis de fe, crisis emocional, y llevó a la iglesia a tener una crisis espiritual.
Una crisis espiritual donde llevó a muchos a salirse del camino, que llevó a que muchos en vez de estar en el camino, dentro de la voluntad de Dios, se detuvieran junto al camino, junto al camino, creyendo que es ahà donde Dios
los quiere, creyendo que ya no tienen que seguir esforzándose, porque ya son creyentes y no necesitan demostrarle a otros lo que son.
Sin embargo el rumbo de esta reflexión es
que Dios Nos quiere en el camino, disfrutando de su presencia y no junto al camino, conformándonos con las
migajas que caen de la mesa. Dios nos quiere viviendo una vida en su perfecta voluntad, y no fuera de su voluntad. Dios nos quiere experimentando lo que es correr esta carrera de la fe, agarradas de sus promesas y no paraliticas, ni ciegas espirituales.
Por que a pesar de la crisis, podemos mirarnos hoy y darnos cuenta y reconocer que estas donde estas por que su mano te sostuvo, porque su misericordia te alcanzó.
Debemos meditar en lo bueno que fue y que es Dios con nosotras. Que podamos reflexionar en los milagros, en las victorias, en los procesos terminados y en las metas alcanzadas y que estas sean el motor que nos ayuden a no detenernos, a seguir caminando, y a seguir creyendo.
Es por eso que Dios a través de estas palabras nos lleva a que aprendamos y sigamos el ejemplo de este hombre llamado Bartimeo, que aunque si nunca habÃa tenido un encuentro con Jesús, sà habÃa escuchado de él, sà habÃa escuchado de lo que Jesús era capaz de hacer por él, y su fe lo llevó a insistir, a gritar, y a ver ese milagro que habÃa esperado por tanto tiempo.
Dios quiere que veamos al igual que Bartimeo que tu fe te llevará a ver a que en medio a este año que comienzas nada detenga tu avanzada y puedas volver a pararte en el camino y ver tu milagro.
Es por eso que quisiera que nos identifiquemos con Bartimeo. ¿Porque con Bartimeo? Porque Bartimeo al igual qué tal vez alguna de ustedes se encontraba junto al camino. Ya que al igual que Bartimeo hemos podido experimentar la
incertidumbre, la soledad, la frustración, la ansiedad, el desánimo, en fin, todo lo que una persona puede experimentar con el impedimento fÃsico que tenÃa Bartimeo.
La única diferencia entre Bartimeo y nosotras, era que Bartimeo no conocÃa a Jesús y usted y yo le conocemos, y hemos experimentado el gozo de la salvación. Pero resulta que en medio a la crisis que nos ha tocado vivir, nos hemos echado a un lado del camino, nos hemos convertido en Bartimeo y hemos descuidado esas disciplinas espirituales que nos mantenÃan corriendo en la dirección correcta, al paso del Maestro, fortalecidas en el camino, sin embargo ese descuido te ha llevado a permanecer junto al camino.
Dios nos llama a seguir luchando, a seguir buscando, a seguir creyendo, y no a estar detenidas junto al camino.
Bartimeo nos da una lección de vida y es que Dios no te quiere junto al camino, de que el deseo de Dios no es que te conformes en el estado en el que te encuentras, él quiere que vuelvas al camino, y que nada te mantenga junto al camino.
Porque todo aquel que se mantiene junto al camino es porque se ha conformado, es porque se ha atemperado, y en cierta medida ha perdido la fe. Y Dios no quiere que pierdas la fe.
Bartimeo tuvo que esperar mucho tiempo para poder ver, para poder experimentar su milagro, y poder reconocer y distinguir que ya no tenÃa que estar junto al camino, que le era necesario hacer un último esfuerzo y comenzar a llamar a Jesús y comenzar a pedir misericordia e insistir.
Debemos entender que el estar junto al camino es el resultado de quitar nuestra mirada del Maestro, de vivir una vida lejos de su presencia y de confiar mi propia prudencia.
Ahora te pregunto: ¿Donde te encuentras hoy? ¿En el camino o junto al camino? Despues de meditar en esto:
¿Que pudo detener a Bartimeo cuando Jesús lo llamó? Nada y ¿Que es lo que te puede detener y dejarte junto al camino, si Jesús te llama? Al igual que Bartimeo, Nada.
Nada puede impedir a que vuelvas al camino, a que vuelvas a buscarle como lo hacÃas antes, y vuelvas a escuchar al amado que te dice: “Levántate”, yo soy el que te doy fuerzas para que sigas en el camino y llegues hasta mi presencia.
Asà que mis amadas hermanas, ¿Que harás tú hoy?
Solo ustedes saben si se sienten que están junto al camino, y si es asÃ, que en este año comienza puedas reafirmar tu relación con Dios y comiences respondiendo al llamado de Dios de soltar tu capa, de soltar tus complejos, de echar a un lado el desanimo, el temor y levantarte, para volver al camino de su perfecta voluntad.
Dios te bendiga!!
Escrito por ✍️ Vaneliz Valez para
Mujeres a los pies de Jesús ©️
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