Hacía dónde estás dirigiendo tú amor?

No améis  al mundo, ni las cosas que están en el mundo . Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 

1 de Juan 2; 15

No améis al mundo… Esto significa negar nuestro afecto a lo mundano, es la separación de todo lo que el mundo ofrece y puede ofrecer.

Que puede ofrecernos el mundo? Solo cosas que son pecado o que nos incitan a pecar, cosas pasajeras que desvanecen,cosas que son contra la voluntad de Dios y nunca te van a llevar a alinearte al propósito de Dios para tu vida.

El amor de Dios no puede coexistir con el amor al mundo en el corazón de una persona. El que ama al mundo se atiene a los criterios del mundo. Mientras el que ama a Dios se atiene a la voluntad de Dios y a obedecerle. En Juan 14:23 el Señor dice; Si alguno me ama mi palabra guardará...

Ninguno puede servir a dos Señores porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. Mateo 6; 24 

Oh almas adulteras! No sabeis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera que quiere ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios. Santiago 4;4 ( Esto es fuerte mis amadas, pero es así ).

Como humanos puede llegar el momento en que podamos fallar , pero que bueno es nuestro Dios que nos ofrece en su palabra la solución a esto. 

Dice la palabra;

Si confesamos nuestros pecados el es Fiel y Justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1; 9 

Es muy importante para recibir el perdón de Dios, Confesarlos y apartarnos de ellos.

El apostol Juan anima a los creyentes a no amar las cosas del mundo. Las cosas que el mundo puede ofrecernos son efímeras y fugaces, como las tinieblas con que van envueltas. 

y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen, porque la apariencia de este mundo se pasa. 

1 corintios 7;31 

Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, como no debeis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir? 2 Pedro 3; 11 

Recuerda mi hermana que la voluntad de Dios es vuetra santificación.

1 Tesalonicenses 4; 3 

Guardemonos de toda contaminación del mundo, en alma, cuerpo y espíritu, pues somos una iglesia que se está preparando para ir al Cielo.

Pidamos a Dios que nos ayude por medio de su Espiritu Santo a permanecer en El y a no mirar ni a derecha, ni izquierda. Siempre mirando al blanco Jesucristo, guardémonos en Santidad, Pureza y Amor.

Dios les Bendiga

Con amor tu hermana y amiga Blankita