¡ Recuerda lo que Dios a hablado !

Jesús había sido crucificado, las mujeres fueron al sepulcro para llevar especias aromáticas y se dieron cuenta de que la piedra que tapaba el sepulcro donde estaba el cuerpo del maestro había sido removida y el cuerpo de Jesús no estaba. 

Ante este panorama, ellas estaban asombradas, sin palabras, perplejas. Dos varones con vestiduras resplandecientes, le dan la gran noticia de que Jesús había resucitado y ellas recordando las palabras que Jesús les había dicho, dieron la noticia de lo sucedido. Dice la escritura en  Lc. 24:11 “Más a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían”.

Dos de los discípulos iban camino a Emaús, y estaban hablando de lo acontecido, no se si creían o no lo que las mujeres habían dicho, pero dice la palabra que discutían entre sí de lo acontecido. Sucedió lo inesperado, Jesús se acercó a ellos y se unió a su conversación, pero sus ojos estaban velados para que no le reconociesen. 

Jesús le dice (en otras palabras), cuéntenme de que hablan, ¿porque están tristes? Y ellos comenzaron a contarle todo lo acontecido. Les dicen,  bueno, que Jesús el profeta, fue crucificado y dijo que iba a resucitar, y unas mujeres dice que la tumba está vacía, nosotros esperábamos que el fuera el que redimiría a Israel. 

Cuando Jesús los oyó, les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!”

Lucas 24:25, les comenzó a hablar desde Moisés y los profetas, todo lo que de él decían y ellos le obligaron a Jesús quedarse con ellos, y cuando Jesús partió el pan y les dio, fueron abiertos sus ojos y le reconocieron. 

Te hablo de este pasaje porque muchas veces conocemos lo que dice la palabra de Dios, que está con nosotros, que no debemos temer, que nos va a proteger, que nada nos va a faltar, etc, pero muchas veces nos encontramos como estos dos hombres indecisos si creer o no lo que Dios nos dijo. 

Dios siempre se encarga de hacernos saber que el no miente, que el no cambia, que nuestro deber es creer en su palabra, creerle a él. Así que, no importa lo que escuchemos, lo que veamos, vamos a creer en su palabra. La palabra de Dios es poderosa, es viva y eficaz, es la misma palabra de nuestro Dios. 

Así que vamos a recordar las cosas que Dios nos ha hablado y vamos a creer, vamos a dar pasos de fe, y aunque  pasarán los años y no veamos qué pasa nada, no estaremos tristes, seguiremos creyendo en nuestro Dios.

Dios te Bendiga!!

Escrito por Sylvia Rivera para