Que no te falte el aceite

La palabra del Señor nos habla de la parábola de las diez vírgenes, con el fin de que entendamos qué hay que estar preparados en todo momento. 

Se acostumbraba en las bodas judías a que el novio junto a sus amigos y familiares emprendía una caminata hacia la casa de la novia, como regularmente se hacia de noche, llevaban sus lámparas encendidas para alumbrar el camino. Cuando llegaban al hogar de la novia, todos los que estaban ahí, se unían a la caminata e iban rumbo al lugar de la ceremonia y la celebración. Una vez llegaban al lugar la puerta se cerraba y no permitían entrar a nadie a la boda. 

La Biblia nos  habla de que habían cinco vírgenes prudentes, sabias, y otras cinco vírgenes insensatas, esperando al esposo. 

Las diez eran vírgenes, que se guardaron, las diez estaban esperando al esposo, las diez tenían sus lámparas encendidas como que esperaban al esposo, las diez cabecearon y durmieron. 

La diferencia de las virgenes prudentes a las insensatas era que las prudentes y sabias habían cogido aceite extra y eso habla de provisión para lo que podía ocurrir a lo que llegaba el esposo. 

Si lo aplicamos a lo espiritual podemos entender que no la lámpara en nuestra vida tiene que estar encendida como tipo de servicio, de entrega de esperar a nuestro Señor, sino que tenemos que tener provisión, tenemos que tener reservas de aceite que es tipo del Espíritu Santo, de consagración y comunión con Dios. 

Es necesario tener aceite extra, para poder enfrentar lo que venga a nuestra vidas como enfermedades, angustias, problemas o dificultades y que nuestras lámparas no se apaguen. Que siempre estemos en comunión con nuestro amado Señor. 

La vírgenes insensatas le pidieron aceite a las prudentes y ellas le dijeron, que fueran a comprar para q no les faltara aceite a ellas. Lo qué pasa es que la salvación y la comunión que tengamos con Dios es individual y nadie nos puede dar de su entrega, de su consagración y de su comunión. Eso nos toca a nosotras mismas. “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”. Ro. 14:12

Cuando ellas se fueron a comprar aceite vino el esposo y llegando ellas a la boda, no las dejaron entrar. El tiempo de prepararnos para recibir a nuestro Dios es ahora. Es tiempo de tener aceite extra, provisión para lo que pueda acontecer en nuestras vidas, que nunca se apague en nosotros la llama del Espíritu Santo y que cuando el Señor venga nos podamos ir con el. “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”. Mt. 25:13

Dios te Bendiga!!

Escrito por Sylvia Rivera para