Llamadas a perdonar

Mateo 18:21 -22

Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

Sabias que estudios realizados demuestran que el perdón es un buen bálsamo para los disgustos y el dolor? Y que el guardar rencor, enojo, hostilidad en el corazón es malo para la salud cardiovascular y puede causar infartos?

Cuando el corazón perdona experimenta menos depresión y desesperanza y se puede relacionar mejor con otras personas.

Como cristianas no tenemos la opción de perdonar si queremos o no queremos, sino que estamos llamadas por orden del Señor a perdonar. 

La respuesta de Jesús a Pedro significa que en todo tiempo debemos perdonar. Amada el perdón nos libera de ataduras que nos traen amargura al alma y enferman el cuerpo.

El perdonar no significa que estés de acuerdo con lo que te sucedió o con la ofensa, ni que lo apruebes. Sino es dejar de lado todos aquellos pensamientos negativos que causan dolor o enojo.

Nos dice en Mateo 6:14 -15

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Cuando perdonamos se restaura nuestra relación con Dios por completo y recibimos la bendición de Dios sobre nuestras vidas.

Uno de los ejemplos bíblicos donde yo puedo ver esa restauración luego de perdonar es en la vida de José y su familia cuando perdonó a sus hermanos por haberle vendido. Luego que José les perdonó Dios lo bendijo de manera especial y se restauró una relación familiar completa. ( Génesis 45:1-5 -15-16-17-18 )

En La vida de Job también podemos ver que cuando él hubo orado por sus amigos por haberle juzgado en vez de consolarle. Dios usó este momento para que él mismo Job fuese sanado en su interior , luego de esto Job fue restaurado en todo.

Y el ejemplo mayor mis amadas que podemos tener de perdón lo tenemos en nuestro amado Señor Jesús quien perdonó nuestros pecados los llevó tras sus espaldas por amor a ti y a mi y dice la palabra que los echó al fondo de la mar y no se acuerda más de ellos.

Por tanto también como hijas de Dios que debemos seguir su ejemplo tenemos que perdonar y olvidar...no es que jamás lo recuerdes pero cuando llegue a tu mente lo que te hicieron sea para acordarte como creciste en Cristo por medio de esa prueba y no para alimentar rencor en tu corazón.

Amada dejemos que nuestro Dios y Padre que nos ama y perdona nos sane de toda herida, pero no como nosotras queramos sino a la manera de Él.

Dios te bendiga!

Con amor tu hermana y amiga Blankita 

Mujeres a los pies de Jesús