Una cosa te falta
¡Dios les bendiga Amadas!
Durante esta semana quisiera que reflexionemos acerca de las apariencias que opacan el proposito de Dios.
Y comenzaremos reflexionando con la Palabra que se encuentra en:
Lucas 18:21-23
"Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sÃgueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico."
Meditemos en esto:
¿Has aceptado que aún te falta una cosa en la cual Dios debe trabajar en tu vida?
Todas sabemos lo importante que es asistir a la iglesia, ser serviciales, ofrendar y ser participe de la adoración en el templo, pero ¿que de aquellas cosas que él Señor nos pide con urgencia? Todo lo que acabo de mencionar es bueno, importante y necesario, sin embargo hay cosas en nuestra vida que opacan, lo que realmente Dios quiere hacer en nosotras.
Si vemos a este joven, podemos notar que él cumplia con lo que era importante como religioso. Si nos fijanos solo menciono lo que según la ley él debÃa cumplir, pero de lo que los demás no podÃan ver, de aquello que estaba dentro de su corazón, solo Jesús lo conocÃa.
Este joven reflejaba una cosa, que al parecer era el candidato ideal para el reino de Dios, pero cuando fue comfrontado con su realidad de ser un hombre que amaba más las riquezas que a su projimo, su realidad se convirtio en su sentencia. ¿Has sido comfrotada alguna vez por el Señor?, ¿Que has hecho despues de ser comfrontada?
Dice un refran que las apariencias engañan, y es una realidad. Sea de manera positiva o de manera negativa asà es. Lo que usted y yo podamos aparentar se convierte en una barrera la cual nos oculta de que podamos ser ayudadas por Dios y aún por aquellos que nos aman y nos quieren ayudar.
Es por eso que la sinceridad, sencillez y la transparencia permitira que los demás vean quien soy en realidad. Todas sabemos que estamos en todo momento delante de Dios, que él conoce como dice su Palabra en Salmos 139:2-3: "Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos." ¿A donde nos podemos esconder de su presencia? Salmos 139:7-8:
"¿A dónde me iré de tu EspÃritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allà estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquÃ, allà tú estás."
Los hombres pueden imaginar que somos como nos ven, sin embargo, Dios nos conoce como realmente somos. Lo importante de estos versos, es que el joven rico deseaba en su corazón agradar y alcanzar la vida eterna. Él sabÃa que debÃa hacer algo para poder alcanzarlo, en su corazón anhelaba llegar a ser aceptado, y calificado para el reino de Dios.
De igual forma cada una de nosotras ahnelamos el que él Señor nos mire con agrado, que seamos aceptadas como vasos utiles delante de su presencia y que aún los demás vean en nosotras esa mujer llena de la presencia de Dios.
Pero para eso debemos examinar nuestro interior y ver si hay algo en el cual el Señor te diga: Una cosa te falta por hacer, una cosa te falta por renunciar, una cosa te falta por entregar.
PodrÃa hacer una gran lista de esas cosas que como mujeres podrÃamos ir cargando desde nuestra niñez, o desde nuestra juventud, pero serÃa muy larga esta reflexión. Asà que lo más conveniente es ir delante de la presencia del Señor y hablar con él. Su Palabra dice en Salmos 34:15, "Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oÃdos al clamor de ellos."
Si no has podido avanzar en tu caminar o si no has podido llegar a alcanzar lo que Dios puso en tu corazón, tal vez, una cosa te falta.
Asà que en este dÃa, le pido al Señor que ilumine tu corazón, que ponga delante de cada una de nosotras aquellas cosas, aquella actitud, ese amor por aquello que se ha convertido en tu ahnelo más profundo y que sea la voluntad de Dios la que se vea reflejada en nuestro corazón. No olvidemos que el deseo de Dios es cumplir en nosotras su proposito, y si nosotras no estamos dispuestas a entregar lo que impide que él nos use, entonces ¿en que nos convertiremos?
Que el reflejo que los demás vean en tÃ, no sea una falsa apariencia, sino que sea a Cristo, asà los demás veran siempre en nosotras un ejemplo a seguir.
Dios te Bendiga!!
Escrito ✍️Por Vaneliz Vales para
Mujeres a los pies de Jesús ©️
Linda reflexión, me gustó mucho, la verdad muchas veces creemos que con cumplir con nuestros deberes eclesiásticos todo está bien. La palabra de Dios dice
ResponderEliminarSi Jehová no edificante la casa, en vano trabajan los que la edifican, si no abrimos nuestro corazón al Señor para que El lo transforme, en vano trabajamos. Como dice tu mensaje.
No seamos solo apariencia.
Me edifico mucho
Muchas gracias por compartirlo, Dios las siga usando, bendiciones para tu vida
Amenn hermana Dtb más, cierto lo q comparte,que bueno que le haya sido de bendición a Dios la Gloria!!
EliminarGracias, lindo mensaje de edificación, Dios continúe bendiciendola.
ResponderEliminarAmén hnas, Dios les bendiga. Es cierto, muchas veces no podemos avanzar porque hay algo que no hemos querido entregarle a Dios, que El Señor nos ayude y pidámosle que nos examine. Daniela Salazar
ResponderEliminarComo se logra llegar a ese grado de madurez?
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