¡Prepárate porque pronto morirás!
¡Dios les bendiga Amadas!
Durante esta semana quisiera que reflexionemos acerca de cuan preparadas estamos para la eternidad.
Y comenzaremos reflexionando con la Palabra que se encuentra en:
2 Reyes 20:1-7
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro. Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. Y dijo Isaías: Tomad masa de higos. Y tomándola, la pusieron sobre la llaga, y sanó.
Meditemos en esto:
En esta historia podemos ver claramente la misericordia de Dios y el resultado de un corazón humillado ante Dios. Y aunque si podemos ver que este rey estaba espiritualmente preparado para la muerte, ya que lo describe como integro, nos deja ver cuan difícil puede ser el recibir tan inesperada noticia y no es para menos. Que cosas tenía que poner en orden Ezequias, no lo sabemos.
Lo que es bastante chocante es el tener en este día y en lo que nos resta de vida meditar en la muerte, ya que eso nos podría llevar a la desesperación y a la tristeza extrema. Pero es una realidad que aunque se nos haga difícil debemos reflexionar sobre ella. Ya que este acontecimiento que le ocurre a todos, nos lleva a meditar en nuestros caminos. A meditar en lo que hemos logrado, en lo que nos ha faltado por hacer y en lo que aún nos falta.
El sabio Salomón escribio acerca de esto y dijo: "Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento."
(Eclesiastés 7:1)
Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón.
(Eclesiastés 7:2)
Tal vez te preguntaras: "¿mejor el día de la muerte?",¿mejor el luto?, ¿porque es mejor? Si eso trae tristeza. Mejor, porque en el día del luto es cuando verdaderamente consideramos y analizamos nuestra vida.
Como lo dice el capitulo 7:2: "y el que vive lo pondrá en su corazón. Es ahí cuando nos damos cuenta si nuestra vida esta en orden y preparada para la eternidad. Es ahí donde analizamos lo descuidadas que estamos o lo lista y preparadas que tenemos nuestras lamparas.
Y aunque se nos haga difícil mencionar y meditar en la muerte, debemos hacerlo, ya que es una realidad que cada ser humano debe esperar y enfrentar. El ser humano se prepara para vivir, hace sus planes para su futuro y cada proyecto esta ideado para tener una mejor calidad de vida. Pero, ¿que, del día en el que se tenga que encontrar cara a cara con su Creador? ¿Que, del día cuando una noticia inesperada cambie el rumbo de mi vida? Y es aquí donde debemos meditar en lo preparadas que debemos estar para ese encuentro, preparadas para enfrentar con la fortaleza de nuestro Dios, esa noticia.
Hay ocasiones en las que escuchamos a personas decir: ¡Señor!, llevame contigo. Sin embargo, ¿estarán verdaderamente preparados para ese día?
Podemos pensar que estamos preparadas en el momento en el que nos encontramos saludablemente bien, pero ¿que cuando no es así?
Aquí podemos ver un ejemplo de esto. Al profeta Isaías le tocaba darle esta triste noticia a Ezequias, un rey como mencione anteriormente, que había andado en la verdad, con integro corazón y que había hecho lo que a Dios le agradaba. Sin embargo, no estaba listo para morir, ¿y quien lo está? Cada una de nosotras sabemos bien que todo lo que podamos tener y alcanzar no se compara con sentir y tener a Jesús en el corazón, de experimentar la salvación y la seguridad de que si hoy muero, me encontraré con el Señor. Pero, ¿que nos falta?, ¿que nos queda todavía por hacer?
Esta historia nos lleva a meditar no solo en la muerte, si no tambien, en como mantenernos con vida. Y la mejor manera para mantenernos con vida es el de estar de lado del dador de la vida, de lado de nuestro Señor y Dios. Porque aún mas allá de la muerte hay vida y pensar en esa vida eterna junto a nuestro Señor, nos mantendra viviendo como Ezequias, en integridad, verdad y fidelidad a él.
Así que mis amadas hermanas. ¿Miedo a la muerte? No, porque como dijo Pablo a los filipenses en Filipenses 1:21: "Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia." ¿Miedo o temor si no estoy preparada para ese encuentro con Dios? Sí, porque todo aquel que entiende lo que significa estar lejos de Dios, y está consiente de lo que es vivir una eternidad en el lugar de tormento, nos lleva a tener no solo temor, mas bien terror y angustía.
Procuremos como dice su Palabra en Romanos 12:1 : "que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional." Dlbm y adelante en el Señor.
Escrito ✍️ Por Vaneliz Vales para
Mujeres a los pies de Jesús
Dios te bendiga por tan hermosa palabra
ResponderEliminarDios le bendiga mas, muchas gracias por leer la publicación y comentar
EliminarDios las bendiga enormemente yo pido oración por este proceso en que estoy pasado por un divorcio
ResponderEliminarYo soy de Veracruz y mi nombre es Mari Baltazar
ResponderEliminarGloria a Dios gracias por esta enseñanza que nos lleva a reflexionar profundamente. Dios te bendiga hermana Blanquita desde Venezuela.
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