Lo puedes perder todo

¡Dios les bendiga Amadas!

Durante esta semana quisiera que reflexionemos acerca de esas cosas que por el descuido espiritual pueden hacernos perder lo que es de mayor importancia en nuestra vida.

Y comenzaremos reflexionando con la Palabra que se encuentra en:

Durante esta cuarentena que parece no terminar, pueden aflorar dos cosas con respecto a nuestra vida espiritual. La primera es positiva, la cual es el aprovechar, sacando lo mejor de nuestro tiempo para buscar a Dios con más intensidad. Dice su Palabra en Santiago 4:8 "Acercaos a Dios, y él se acercara a vosotros". 

Si tomamos esta Palabra al pie de la letra, de seguro le vamos a encontrar. Es por eso que su Palabra nos exhorta que si nos acercamos a él, él se acercara a nosotras. Te toca a tí y me toca a mí, acercarnos primero, hacer la parte que está en nuestra voluntad hacer. 

Toda nuestra vida se basa en tomar decisiones, y en tomar la mejor y la correcta. Y esto se logra buscando a Dios primero. Y para que podamos alcanzar y tocar su manto, para que podamos obtener de parte de Dios sus bendiciones y ver su plan cumplido en nuestras vidas, necesitamos y debemos ser perseverantes.

La Perseverancia es mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión. 

Si NO nos mantenemos constantes como dice su palabra en Romanos 12:12 "en la oración", podríamos llegar a perderlo todo, podriamos perder esa maravillosa relación con Dios.

El pensar que lo puedo perder todo, por un descuido, por un acto de indiferencia o por simplemente ignorar su voz cuando nos advierte, para que no caigamos en la trampa del enemigo, me lleva a la segunda cosa que podría aflorar con respecto a nuestra vida espiritual, y es la parte negativa y opuesta a lo que él nos llama a hacer. Y dentro de esas cosas, está perecisamente el seder al ocio, cambiando nuestras disciplinas espirtuales por el descuido. 

El descuido de las disciplinas espirituales, las cuales reeplazamos por las terrenales y carnales, nos llevan a arriesgarlo todo, todo lo que construimos en nuestros momentos de intimidad, todo lo que logramos en nuestros momentos de adoración, todo lo que hicimos en obediencia a nuestro Dios.

Si he perdido mi relación con Dios. Si he perdido esa comunión y comunicación con él, ¿que es lo que me queda? Esas disciplinas espirituales que lo son la oración, el ayuno, y el estudio de la Palabra, son las que mantienen viva nuestra relación con él y si ellas no estan presentes, lo podemos perder todo.

1. Arrepientete, si le has fallado. Vuelve tu rostro hacia él y reconcilia tu vida con Dios.

Dice su Palabra en Salmos 51:17: "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios."

2. Vuleve a las primeras obras, mientras estemos en esta Tierra, simpre hay tiempo para volver a comenzar. Mientras el Espiritu Santo este ahí redarguyendo tu vida, y advirtiendote de una posible caída, hay esperanza de volver a levantarse y comenzar.

3. Fortalece tu vida en Dios. Buscale como nunca antes, llena todos los espacios de tu diario vivir con su presencia, que él este en todo lo que realices. Reclama su Palabra y hazla tu arma más poderosa.

4. Retoma cada una de esas disciplinas espirituales y que sean más fuertes que antes en tu vida. Esas son, más que simples disciplinas, son armas poderosas en Dios.

Así que mis hermanas no permitas que nada te lleve a perderlo todo, porque si arriesgamos el perder nuestra vida espiritual, con ella lo perderemos todo y pondremos en una balanza nuestra salvación. Recuerda que solo aquel que persevere hasta el final, ese será salvo. 

Dios te bendiga!!

Escrito por Vaneliz Vales para